El Blog de Mònica Cabrejos

Toda autobiografìa es ficcional y toda ficciòn es autobiogràfica. Por tanto; cualquier parecido con la realidad es coincididencia.

Saque usted sus propias conclusiones.

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sábado, 8 de marzo de 2014

NO ME CELEBRES, RESPÈTAME



 

NO ME MANDES FLORES

 “Flores para celebrar tu belleza, Mujer.
Feliz día.
¿Nos vemos está noche?”, dice la tarjeta que acaba de llegar a mi casa con un hermoso ramo de doce tulipanes naranja.  

Considero una pendejada de aquellas que un pretendiente me envíe un ramo de flores para felicitarme, celebrarme y halagarme por ser mujer. Con seguridad este galancete esperará la noche para darme el abrazo de felicitación – como si fuese mi cumpleaños- y de pasadita ajustarme bien a su pecho para sentir mis pezones y calentarse. Después de todo siempre hay que aprovechar cualquier ocasión para ganarse alguito con la “flaquita ha la que le tiene ganas y siempre lo chotea”.

Hoy todos se afanan en celebrarnos.
Nos saludan mientras nos aprietan rico; nos felicitan pero de reojo nos miran el trasero para no perder la costumbre. Piropos, halagos, festejo de parte de los varones para mostrarnos su falso respeto.

Cada 08 de marzo se conmemora- dije conmemora, léase bien no celebra. CONMEMORA - la lucha mundial de las mujeres en busca de la igualdad de derechos. Es un día para recordar el coraje y sacrificio de un grupo de obreras norteamericanas quienes pagaron con su vida la defensa de sus ideales, las mismas que con esa acción insurgente   abrieron el camino a la liberación para millones de mujeres reprimidas por el machismo y la injusticia.

El Día Internacional de la Mujer se ha convertido, erróneamente, en una fecha para celebrar el consumismo, la belleza y nuestra feminidad; nada más alejado del verdadero sentido.  

Estimado varón no frivolices la fecha regalándo flores, bombones o invitando a celebrar a las mujeres de tú vida.  A nosotras nos basta con que NO nos consideres ciudadanos de segundo orden. Es suficiente con tu respeto y con un trato igualitario.

Si dejas de juzgarnos por la ropa, por nuestra vida sexual o por la falta de sumisión frente a la desigualdad será suficiente para demostrar tu simpatía con nuestra causa.

Si cuando ves caminar a una mujer guapa por la calle, no volteas a mirarle el culo, estarás expresando tu respeto a la feminidad. Si dejas de vernos solo como un objeto-vagina- de diversión será una señal de tu consideración igualitaria.


Si desde tu posición profesional de poder nos permites las mismas oportunidades que a tus congéneres estas celebrándonos atrevidamente.  


Yo no quiero que mandes flores, yo quiero tu respeto.